Diferencia entre cafetera dolce gusto mini me y piccolo
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- Las cafeteras Dolce Gusto son mecánicamente idénticas, por lo que el efecto de preparación del café no difiere según el modelo de máquina.
- Si te gusta tener el control de la preparación de tu café, las cafeteras manuales son el camino a seguir.
- Para mantener tu cafetera en buen estado y que te sirva durante mucho tiempo, es importante descalcificarla periódicamente.
Dolce Gusto nos ofrece una amplia gama de modelos y diseños. Todos los modelos funcionan de la misma manera, por lo que el resultado final es consistente y de buena calidad. Las diferencias que presentan son principalmente en diseño y tamaño. Aquí te dejamos las mejores cafeteras.
Temperatura, presión: dentro de la cafetera
Es hora de ver cómo funcionan estas cafeteras Nespresso.
La presión máxima estándar de la empresa se mantiene en los tres modelos a 15 bar. A esto se suma la regulación automática de la presión para un café perfecto.
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La presión adecuada es la clave para obtener un café con un sabor intenso y correcto.¿Qué Dolce Gusto es mejor?
Cuando hablamos de si una cafetera es grande o pequeña, tenemos que aclarar que nos podemos referir a dos aspectos. Por un lado, el tamaño del depósito de agua determina cuántos cafés se pueden preparar sin rellenar. Por otro lado, tenemos las medidas físicas; tamaño en términos de altura, anchura, profundidad y peso.
En cuanto al tamaño del tanque de agua, la siguiente tabla muestra la capacidad de cada modelo:
Leche de coco
Seguimos con la leche de coco, que se veía casi transparente cuando se colocaba en la jarra, era más agua de coco que leche, muy aguada, por lo que había dudas al principio. Aquí pasó lo mismo que con el arroz, se agrandó y formó burbujas muy grandes que al golpear para reventar desaparecieron con la textura, aunque este las aguantó un poco más que con el arroz.
Entonces, cuando llegó el momento de mezclarlo con café, apenas había lo mínimo para hacer Latte Art, pero nada más que un corazón sin contraste.
Leche de coco
Seguimos con la leche de coco, que al ponerla en la jarra parecía casi transparente, más agua de coco que leche, muy líquida, por lo que ya había dudas de entrar. Aquí pasó lo mismo que con el arroz, se agrandó y formó burbujas muy grandes que al golpear para reventar desaparecieron con la textura, aunque este las aguantó un poco más que con el arroz.
Entonces, cuando llegó el momento de mezclarlo con café, apenas había lo mínimo para hacer Latte Art, pero nada más que un corazón sin contraste.
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